-
Arguedas
o
Peru, 1911-1969
o
Mestizo
– mixed Spanish and Quechua descent
o
Especially
recognized for his intimate portrayals of indigenous Andean culture
-
This
text incorporated indigenous concerns
Comps Example
Questions
-
Indigenous
thought in J.M. Arguedas and Menchú-Burgos.
-
The
development of Spanish American identity and issues of race, class, and gender
in numerous authors, from modernismo
to the present (although they occur earlier as well). Authors: Agustini,
Arguedas, Argueta, Storni, Burgos, Castellanos, Cardenal, Ferré, Berman, Álvarez,
Williams, Puig, Barba Jacob, Sarduy, Menchú, Alzandúa, Paz, Fernández Retamar,
Galeano, Rama, etc. Some suggested readings: Foster and Altamiranda, Cornejo
Polar, Meyer, Castillo, Stabb, Martin, Kaminsky, Beverly and others under testimonio.
What Franco
says (Intro to Spanish-American Lit,
Chapters 8 & 11)
-
The
attempt to comprehend the Indian mind through his mythology, poetry, and
legend, in a break with realism (242)
-
There
were some writers (Asturias, Castellanos, and Arguedas) who broke with realism
because of the limitations of the genre when it came to representing the
Indian. All three of these authors had lived in Indian areas, where they came
into contact with Indian language, myth, and song. By abandoning realism, they
gained in verisimilitude. (250)
-
Arguedas
was one of the greatest Indianist writers (253)
-
As
a child, he was brought up largely by Indians with whom his father, a lawyer
who defended Indian rights, left him for long periods (253)
-
He
knew Quechua before he learned Spanish (253)
-
He
was an expert on Indian music, song, and customs (253)
-
Belief
that true Peruvian culture must be based on Quechua tradition since this was
the only indigenous tradition in Peru (253)
-
Summary of Los ríos profundos (pgs. 254 & 322)
-
This
work was based on Arguedas’s own childhood experiences when he was often left
by his father, a lawyer, to fend for himself in Andean villages or in the home
of hostile relatives. Arguedas mythified his own early life. (322)
-
Evokes
the metaphorical possibilities of the Quechua language (322)
-
“A common trait shared by Arguedas, Asturias,
and the Mexican writer, Juan Rulfo, is their exploration of mestizaje. Indeed,
Asturias and Arguedas felt that a mestizo culture liberated from the hierarchy
that had subordinated the indigenous to the Hispanic, represented the most
viable option for Latin America. Although Rulfo was also interested in
mestizaje, his style of writing has little in common with these other writers
for he prefers a spare, unadorned style that deliberately shies away from
emotionally loaded words.” (323-324)
What Cambridge Companion: Latin American Novel
says (Chapter 7, pg. 147-148)
-
Initiation
of a new stage of development in indigenista fiction – transition into
neoindigenismo
-
Creation/use
of a special literary language that would reflect the oral qualities of Quechua
-
Arguably
the most genuine representation of Andean culture in indigenista fiction, more
authentic and convincing image of the Indian
-
Careful
treatment of the Indian magical-religious vision of the world
-
Summary – pg. 147-148
-
Novel
highlights the conflict between two social orders and two diverging views of
the world
From an
article: “Puentes y Padres.”
-
Growth
of a child and growth of a village are the themes
-
Ernesto is becoming a man-hombre como
adulto, hombre como seco, hombre como humanidad
-
Growing
as an adult means opting, ethically, for one side or another of those striving
for power, wealth, consciousness
-
I)
Initial situation of Ernesto
o
Begins
with E. and father in Cuzco at El Viejo's house, looking for work. They'll
fail.
o
El Viejo is at the "cúspide de la
jerarquía política y económica y es respetado por los curas" who think
they, uniquely have a grip on Good and Evil.
o
Though
he is the patriarch, demi-god of the town, he is also at the LOWEST point
ethically-perverso, hipócrita, carente de humanidad.
o
So,
the challenge has been laid out: How can one live in a society full of really
awful adults?
o
There seem to be two viable options: 1)
subyugarse enteramente o 2) participar en la opresión de los otros
o
E.'s
father is "prisionero de su propia marginalidad e insignificancia",
destined to be an errant pilgrim...can't quite help his son (ends up putting
him in the same colegio he went do, destined to serve el Viejo.)
o
"Madurar es aprender los límites
de esos sueños y simultáneamente descubrir lo que contiene de
verdadero."
o
Child as "más cercano de la
verdad, incorrupto e intuitivo"
-
II) El espacio endemoniado
o
Abancay
is designated as a hell. Los cuerpos hiervan y las almas se
petrifican.
o
Indios
in the town are contaminated by fiereza y misería
o
Children
represent underdeveloped territory-marginalized from the fight for sex and
power, they can communicate and live in a harmonious universal structure.
Notes from our
sponsor, Wikipedia...
-
Marks
the beginning of the neoindigenista movement (una
perspectiva más cercana del problema del indio)
-
Title
refers to the depth of Andean rivers, but also the solid, ancestral roots of
the Andean culture, which is the true national identity of Perú, according to
Arguedas.
-
70%
of the action takes place in Abancay, some scenes also in Cuzco.
-
Takes place in 1920s, narra el proceso
de maduración de Ernesto (bildungsroman)
-
Two
narrators-1) Adult recalling his childhood 2) Cognizant narrator who adds some
factoids (esp. related to ethnology)
-
Ernesto
must keep his values even though he's no longer around the indios
anymore.
-
Yet,
children also reproduce, taking them to an extreme, the worst vices of the
sistema.
-
Añuco
as another version of Ernesto. He ends up like a small, treacherous animal,
possessed by a rage that he can't control.
-
Lleras "ejerce en el colegio la
ley sacra de de violencia que ha podido observar en el mundo."
-
The
school is bad, but the patio (where Opa is raped) is the epicenter of evil
-
River
as symbolic of past and future, different geographical points
Summary from Wiki
El
relato empieza en el Cuzco, ciudad a la que arriban Ernesto y su padre,
Gabriel, un abogado itinerante, en busca de un pariente rico denominado El
Viejo, con el propósito de solicitarle trabajo y amparo. Pero no tienen
éxito. Entonces reemprenden sus andanzas a lo largo de muchas ciudades y
pueblos del sur peruano. En Abancay, Ernesto es matriculado como interno
en un colegio religioso mientras su padre continúa sus viajes en busca de
trabajo. Ernesto tendrá entonces que convivir con los alumnos del internado que
son un microcosmos de la sociedad peruana y donde priman normas crueles y
violentas. Más adelante, ya fuera de los límites del colegio, el amotinamiento
de un grupo de chicheras exigiendo el reparto de la sal, y la entrada en masa
de los colonos o campesinos indios a la ciudad que venían a pedir una misa para
las víctimas de la epidemia de tifo, originará en Ernesto una profunda
toma de conciencia: elegirá los valores de la liberación en vez de la seguridad
económica. Con ello culmina una fase de su proceso de aprendizaje. La novela
finaliza cuando Ernesto abandona Abancay y se dirige a una hacienda de
propiedad de «El Viejo», situada en el valle del Apurímac, a la espera del
retorno de su padre.
More detailed summary
Hijo de
un abogado itinerante, un chiquillo de nombre Ernesto pasa sus primeros años en
numerosos poblados, donde aprende a amar el lenguaje y las creencias de los
indios. Durante una estancia en Cuzco, Ernesto se da cuenta del abismo
existente entre blancos e indígenas —aquéllos, los dueños, poderosos terratenientes;
los indios, sojuzgados, víctimas de atropellos y violencias aún subsistentes—.
Dos pueblos, dos culturas y dos modos de vida distintos que, a pesar de su
coexistencia, se hostilizan por naturaleza y nunca llegarán a integrarse del
todo.
Durante esos años, el niño también conoce a su tío, un rico hacendado a quien su padre llama despectivamente "el viejo".
Trasladado a Abancay, Ernesto entra de interno en un colegio de religiosos sumamente conservador y ortodoxo, donde se educan los hijos de las familias pudientes. Este trasplante lo sitúa en un lugar y entre unas personas que le resultan totalmente ajenos.
Toda la novela está teñida de la nostalgia del joven protagonista por recuperar su vida pasada y seguir a su padre. El mundo elemental y diáfano de los indígenas, identificado con la naturaleza y entretejido de magia, que conoció en su infancia, será constantemente el refugio de sus recuerdos y añoranzas.
Por otra parte, la brutal explotación de los indios por la oligarquía latifundista es vista por los religiosos como un orden establecido "agradable a Dios".
Los personajes característicos de todo el internado comparten su historia: el Añuco, huérfano de un terrateniente venido a menos y protegido por los religiosos, y Lleras, el más indisciplinado y fuerte de todos, son los menos amistosos con Ernesto. Palacios, un humilde interno obligado por su padre a quedarse en el colegio, es el más sensible. Los abusos de Lleras concitan a los otros en su contra.
La agitada y solitaria existencia de Ernesto dentro del colegio se enriquece por fuera con otras experiencias; por ejemplo, con el conocimiento de juguetes indígenas como el "zumbayllu", que lo consuela de todas sus penas.
Al demostrar su destreza en el manejo del trompo se gana la amistad y el respeto de los habitantes de Abancay. Anteco, el dueño de la tienda, le pide que le escriba una carta dirigida a su novia y, a cambio, le regalará el juguete.
En los barrios indios de Abancay, Ernesto es testigo de la existencia miserable e infrahumana de los indígenas, sumidos en la suciedad y la tristeza. Pero entre ellos también descubre objetos que le son familiares y revive con nostalgia el mundo fantástico de los quechuas.
Un día, el niño presencia un levantamiento de las mujeres más humildes del pueblo, llamadas chicheras, uno de los episodios fundamentales de la obra.
La administración general de la hacienda ha acaparado la sal; las chicheras descubren los depósitos, los vacían e intentan distribuirla entre los peones indígenas. Ernesto, entusiasmado, se integra al grupo. Cuando regresa al internado, el padre director, a quien todos tenían por un "santo", reprueba su conducta y lo lleva consigo cuando sermonea hipócritamente a las mujeres sublevadas, intentando aplacarlas. Mientras tanto, la policía montada, avisada por el mayoral de la hacienda, quita la sal a las chicheras y la devuelve a las anteriores manos especulativas. El pueblo de indígenas, temeroso y acobardado, no interviene. El mayoral, que había recuperado la sal por la fuerza, la entrega ahora a los indios en premio a su obediencia y sumisión.
Pero, doña Felipa, la jefa de las chicheras, se ha convertido en el terror de los hacendados y vaga con sus seguidoras por los campos.
El niño, solidario y único admirador de esas mujeres entre los demás del colegio, ruega para que incendien los cañaverales y terminen así con los abusos de los dueños, los poderosos terratenientes.
Cuando el pueblo es invadido por la peste, seguida de una revuelta de los indios, el ejército ocupa el pueblo y los hijos de los oficiales se relacionan con los internos. Sin embarga, los fusiles de los guardias no logran aplacar la insurrección indígena.
Mientras tanto, la epidemia se extiende por toda la región. Los pudientes abandonan el pueblo. A los pobres sólo les queda el consuelo de la religión.
También Ernesto abandona el colegio y se dirige a Abancay, pero prefiere evitar la casa de su tío el hacendado y parte a la sierra en busca de su padre.
Esta novela, publicada en 1958, tiene una perspectiva peculiar. Su descripción del mundo quechua se realiza a través de la visión de Ernesto, el protagonista y narrador en primera persona. Se trata de un niño en cuya sensibilidad se entrelazan las culturas blanca e indígena. Su mirada ingenua descubre las relaciones sociales que presiden la vida de los indios en la sierra peruana. Además, por primera vez en la narrativa latinoamericana, el indio que aquí se presenta es real y objetivo; el paisaje oficia en la obra como un verdadero protagonista y la naturaleza está cargada de poesía.
La personalidad ambivalente del protagonista, su pertenencia real a la clase de los blancos y su identificación con la cultura indígena, hace del relato uno de los más desgarradores dentro de las letras americanas. Asimismo, la excelencia del lenguaje utilizado por el autor, donde también se entrelazan estos dos mundos, en ocasiones su estilo "traduce" al español el habla peculiar del indio mediante una recreación estética, demuestra la maestría de Arguedas como narrador, y justifica su lugar de privilegio dentro de los actuales escritores latinoamericanos más importantes.
Esta novela, por la denuncia social que conlleva, perfila un tema muy frecuente en la literatura peruana posterior.
Durante esos años, el niño también conoce a su tío, un rico hacendado a quien su padre llama despectivamente "el viejo".
Trasladado a Abancay, Ernesto entra de interno en un colegio de religiosos sumamente conservador y ortodoxo, donde se educan los hijos de las familias pudientes. Este trasplante lo sitúa en un lugar y entre unas personas que le resultan totalmente ajenos.
Toda la novela está teñida de la nostalgia del joven protagonista por recuperar su vida pasada y seguir a su padre. El mundo elemental y diáfano de los indígenas, identificado con la naturaleza y entretejido de magia, que conoció en su infancia, será constantemente el refugio de sus recuerdos y añoranzas.
Por otra parte, la brutal explotación de los indios por la oligarquía latifundista es vista por los religiosos como un orden establecido "agradable a Dios".
Los personajes característicos de todo el internado comparten su historia: el Añuco, huérfano de un terrateniente venido a menos y protegido por los religiosos, y Lleras, el más indisciplinado y fuerte de todos, son los menos amistosos con Ernesto. Palacios, un humilde interno obligado por su padre a quedarse en el colegio, es el más sensible. Los abusos de Lleras concitan a los otros en su contra.
La agitada y solitaria existencia de Ernesto dentro del colegio se enriquece por fuera con otras experiencias; por ejemplo, con el conocimiento de juguetes indígenas como el "zumbayllu", que lo consuela de todas sus penas.
Al demostrar su destreza en el manejo del trompo se gana la amistad y el respeto de los habitantes de Abancay. Anteco, el dueño de la tienda, le pide que le escriba una carta dirigida a su novia y, a cambio, le regalará el juguete.
En los barrios indios de Abancay, Ernesto es testigo de la existencia miserable e infrahumana de los indígenas, sumidos en la suciedad y la tristeza. Pero entre ellos también descubre objetos que le son familiares y revive con nostalgia el mundo fantástico de los quechuas.
Un día, el niño presencia un levantamiento de las mujeres más humildes del pueblo, llamadas chicheras, uno de los episodios fundamentales de la obra.
La administración general de la hacienda ha acaparado la sal; las chicheras descubren los depósitos, los vacían e intentan distribuirla entre los peones indígenas. Ernesto, entusiasmado, se integra al grupo. Cuando regresa al internado, el padre director, a quien todos tenían por un "santo", reprueba su conducta y lo lleva consigo cuando sermonea hipócritamente a las mujeres sublevadas, intentando aplacarlas. Mientras tanto, la policía montada, avisada por el mayoral de la hacienda, quita la sal a las chicheras y la devuelve a las anteriores manos especulativas. El pueblo de indígenas, temeroso y acobardado, no interviene. El mayoral, que había recuperado la sal por la fuerza, la entrega ahora a los indios en premio a su obediencia y sumisión.
Pero, doña Felipa, la jefa de las chicheras, se ha convertido en el terror de los hacendados y vaga con sus seguidoras por los campos.
El niño, solidario y único admirador de esas mujeres entre los demás del colegio, ruega para que incendien los cañaverales y terminen así con los abusos de los dueños, los poderosos terratenientes.
Cuando el pueblo es invadido por la peste, seguida de una revuelta de los indios, el ejército ocupa el pueblo y los hijos de los oficiales se relacionan con los internos. Sin embarga, los fusiles de los guardias no logran aplacar la insurrección indígena.
Mientras tanto, la epidemia se extiende por toda la región. Los pudientes abandonan el pueblo. A los pobres sólo les queda el consuelo de la religión.
También Ernesto abandona el colegio y se dirige a Abancay, pero prefiere evitar la casa de su tío el hacendado y parte a la sierra en busca de su padre.
Esta novela, publicada en 1958, tiene una perspectiva peculiar. Su descripción del mundo quechua se realiza a través de la visión de Ernesto, el protagonista y narrador en primera persona. Se trata de un niño en cuya sensibilidad se entrelazan las culturas blanca e indígena. Su mirada ingenua descubre las relaciones sociales que presiden la vida de los indios en la sierra peruana. Además, por primera vez en la narrativa latinoamericana, el indio que aquí se presenta es real y objetivo; el paisaje oficia en la obra como un verdadero protagonista y la naturaleza está cargada de poesía.
La personalidad ambivalente del protagonista, su pertenencia real a la clase de los blancos y su identificación con la cultura indígena, hace del relato uno de los más desgarradores dentro de las letras americanas. Asimismo, la excelencia del lenguaje utilizado por el autor, donde también se entrelazan estos dos mundos, en ocasiones su estilo "traduce" al español el habla peculiar del indio mediante una recreación estética, demuestra la maestría de Arguedas como narrador, y justifica su lugar de privilegio dentro de los actuales escritores latinoamericanos más importantes.
Esta novela, por la denuncia social que conlleva, perfila un tema muy frecuente en la literatura peruana posterior.
What Antonio
Cornejo Polar says about the book...
-
Perspective:
introspection of an adolescent
-
Relation
of the Andean world with westernized parts of the country.
-
Character's
struggle to understand reality and be involved in it (must pick sides)
-
"Participar en el mundo no es
vivir en la armonía; es, exactamente, el contrario, interiorizar los conflictos
de la realidad."
-
Also,
adds in touches of indigenous myths
-
Zumbayllu o trompo es
el elemento mágico por excelencia de la novela.
Notes from
Vargas Llosa's prologue
-
Hijo
de blancos, criado entre indios, returns to world of the blancos
-
World
of indios represents paradise lost
-
How Ernesto manage to survive: 1) His
interior world/la ensoñación 2) Una desesperada volutad de
comunicarse con la naturaleza
-
Su enfrentamiento con el mundo
cargado de monstruos coincides with his arrival at the colegio in
Abancay.
-
He
feels soledad, exiliado
-
His
father is a flighty type, which may play in to his view of reality as fugitiva
-
Yearns
for a time when he was still ignorant of evil.
-
He is "una especie de muerto"
vive entre fantasmas y aspira a que su compañero futura se instale entre esas
sombras familiares idas.
-
Language
is at its best when describing nature
-
“El desamparo alimenta las
supersticiones de Ernesto"
-
Padre
Director=masoquista
Themes/ideas
-
Indigenous
novel
-
Indigenous
culture
-
Peruvian
identity
-
Magical
realism (incorporated with indigenous culture, not really magical realism in
experimental sense)
-
Social
conflict
-
Symbolism
(river)
Characters
-
Ernesto
– 14 years old, moves between world of indios and world of white landowners
-
El Viejo – Ernesto’s uncle, owns 4
haciendas
-
Students
at school – internos y externos
General Plot/Reading
Notes
Ch. 1:
El Viejo
-The man who owns the haciendas at which his father had
worked as escribiente. Seems like a selfish dude-would rather let his fruit rot
than share it. Viejo is related to Ernesto's dad. They're in Cuzco, go to
Viejo's house. Mentions that he has to stay in the kitchen of the mestizos,
which reminds E. of where he was raised with the indios. Some quechua words-including
yawur mayu-river of blood. Father says, "Todos los señores del Cuzco son
avaros....Los incas están muertos." Father doesn't pray regular prayers; prays freely. Father
and son talk about what parts of the city the Incas made/the Spanish made.
Father tells him, "Tú piensas todavía como un niño. Mentions a woman,
María Angola, who handed over Inca gold to make a church bell (a
mini-conquest). E. meets El Viejo. They all go to the cathedral. It's
kinda darkly luminous. The face on the crucifix is nearly black. Black birds
fly around as they leave.
Ch. 2 Los Viajes
-His father is a wanderer, lived in many places. Father
enjoyed listening to their music.
-Specifies types of birds/their habitats (knows nature
intimately)
-Mentions one town in which the children were brutal bird
hunters. That village also hated foreigners
-Contact
with nature: "El grito de los loros grandes sólo lo he oído en las
regiones donde el cielo es despejado y profundo."
-Huancapi: everyone has thatch roof and everyone but
the leaders are indios (subjugation). He and his father,
once again, slowly march on.
Ch 3.
(-In short, there's no work for his dad, who will yet again
move on, leaving E. at boarding school.)
-Our pilgramage would end in Abancay.
Churchbells ring and women (and a few men) get on their knees in the street.
-Father starts by looking for work, hangs out with a notary
who steals from his employees.
-Father has a confusing appearance-looks like a poor guy
from the village, but is blonde/blue-eyed and speaks good Spanish.
-fealdades
del pueblo: su silencio, su pobreza, su clima ardiente, la falta de movimiento
judicial
-clear societal divisions b/t
indio-mestizos and whites.
-Quechua as language of consolation
Ch. 4
La Hacienda
(in short, these indios are different than the ones he grew
up with-they're huraños and encerrados. Also, priest is anti-Chile,
pro-haciendas)
-Los hacendados are kind of pompous figure, vigilan a los
indios cara a cara.
-They get drunk and kick their spurs so hard it hurts their
horse. The horses seldom get revenge.
-all of the land belongs to hacienda.
-Owners of haciendas would come to colegio to speak with
Padre Director.
-PD began his sermons softly, -regarding kids at school
calling out names of dueños, “Y parecía que nombraban a las grandes estrellas.”
-priest habla con violencia against
chilenos/hacendados are “fundamento de la patria”. Advocates for the class
system.
V) Puente sobre el mundo
-Only one happy neighborhood in the city-Huanupata, used to
be trash dump of ayullus.
-middle class/lower class, prostitutes, people dancing.
and there are chicherías where many forasteros go. (place
with singing and dancing)
-asks a group of indios at the chichería if they belonged to
an hacienda—they, almost angrily, respond NO!
-Their equivalent of the childhood game cowboys and Indians
seems to be “Peruvians” vs. “Chileans”
Mentions one kid, Añuco, from family of landowners,
“chileno”, father/grandfather were big gamblers, lost everything. Añuco’s
father is suicidal, but never quite does the deed.
-Añuco is around 14, sickly white skin, would joke about
having “mal de rabia” and chase the others around.
-School games always chosen by the big kids, to the
detriment of the little guys.
-Palacios, one of the youngest/smallest kids in school,
doesn’t speak Spanish well.
-One night, Palacios has bad encounter
with “La demente”- la opa Marcelina, que era ayudante en la
cocina y que solía ser desnudada y abusada sexualmente por los alumnos mayores,
sobre todo por el Lleras y el Peluca.
-The kids plot a lot of violence unos al otros.
-Palacios and Romero become friends.
-Another kid, nicknamed Peluco, who has a lachyrmous
expression, 19 or 20 y.o., physical build of boxer and even the priests want
him to fight. (seems like a show of machismo + teasing…)
-On Sunday, Ernesto walks in the country. “durante los otros días refrenaba el mal recordando a mi padre, concibiendo
grandes hazañas que intentaría realizar cuando fuera hombre….”
-Observing the river: “parece de acero
líquido, azul y sonriente, a pesar de su solemnidad y de su hondura.”
-El Puente y el río “depejaban mi alma”
-“¡Sí! Había que ser como ese río
imperturbable y cristalino, como sus agues vencedoras.”
Ch. 6 Zumbayllu
(chapter about a magic trompo, which is a peonza)
yllu in
Quechua is an onomatopoeia, sounds of wings in flight.
Illa is a type of light, also: monsters who were born injured by
moonbeams. Todos los illas, causan el bien o el mal,
pero siempre en grande sumo.
-mentions lots of Quechua worlds with yllu at the end. E.G. Pinkuyllu, instumento épico, special.
-In May, Antero brings first zumbayllu to the school.
What could this object be, one that calls to mind beautiful
and mysterious objects? “Bajo el sol denso, el canto del zumbayllu se propagó con
una claridad extraña, seems to lift the finest polvo, too….
It’s hypnotizing.
Antero is also a curious case- no tenía
amigos íntimos y era discreto. Sin embargo, algún poder tenía, alguna autoridad
innata…
Writing a card for Antero, though
Ernesto says, “Yo no conocía a las señoritas del pueblo…no eran de mi
mundo.” They begin the card…”Usted es la dueña de mi alma…” (woah!) Also, writes a line
in Quechua.
Rondinel later tells him, Hey, though you think you’re great
because you can read…”Eres un indiecito, aunque pareces blanco! Un
indiecieto, no más! They get mad and challenge one another.
But, then, Ernesto talks about having respect for Valle who
is the “único lector del Colegio” who had hidden novels, etc. He’s an atheist.
He is the older, more distinguished one of the bunch (even trying to seduce town
medic’s wife). Also, the only student who doesn’t speak Quechua.
Referring, very despectively, to the
“opa babienta”- “Yo creo que si la tumbo una sola vez quedaré tranquilo, que me
curare el asco…”
So, the demente comes into the patio, and Peluca jumps her,
Lleras and Añuco come too. The priests know this is going on, but don’t bother
to get involved.
Ernesto mentions his fear of tarantulas.
Ch. 7.
Ernesto hands Antero a draft of letter to Salvinia. Antero
wants to read in alone.
Tries to make up with Rondinel. (at this point, story seems
like classic coming of age, adolescent story with Quechua twist)
12 pm, a bunch of mestizo women running outside. Enfuriated about sal…”los ladrones…de la Recaudadora.” At this time, Ernesto feels
this testosteronal urge to fight someone.
The Quechua women want to kill the thieves. Women are mad bc
salt was sold to haciendas for their cows…so cows are more impt than people?-
they ask. Woman seize the salt (40 bags). Even though indios seem
chaotic, “ Existe un orden, el pensamiento llega a su destino y los cabildos
concluyen en acuerdos.” Then,
in a telling victory, women take the salt and distribute it around the town. As Ernesto follows them around, comes to old woman’s house (still-a-child-moment)…”Llamaba
al sueños, al verdadero sueño de los niños en el regazo materno.”
He walks back from woman’s house and really wants to find
his dad in the village. Stops at a chichería and drinks.
(Frequently quotes Quechua songs…sometimes funny ones).
Headed back to school and finds out Alcira, friend of
Salvinia, is waiting for him. Antero and Salvinia get to meet, hold hands. They
think her eyes are the color of zumbayllu, del canto del zumballya. Antero
wants to impress her by getting into a fight! on a horse!
8) Quebrada honra
E gets lashed when he goes back to school. He confesses he
was bringing salt to the poor. Priest give him serious Catholic guilt. He feels
like a little boy after being punished, cries. Padre Director
wakes him up early, tells him they’re going to Patibamba. Priest
give a speech, “everybody suffers. some more than others. and stealing is a
sin.”
Also of note, priest eat better than others
(chocolate+bizcochos for bfast)
Antero brings new spinning top…a cursed one. With it, he
wants to send a message to his dad- “Estoy resistiendo bien aunque mi corazón
se asusta.”
Kids beat each other up, get mad at black kid, have to go to
chapel to pray about it…Notices one kid doesn’t pray and mentions that hearing
the priest speak Quechua to the indios makes him bitter.
Army is coming to Abancay to impose order.
IX.
Army comes to repress rebellion indias. Again, Ernesto le pide al Romerito
que por medio del canto de su rondín envíe un mensaje a su padre. Gossip about
indias being mistreated/abused when caught. También mencionan el temor de la
gente de que doña Felipa retornase con los chunchos (selváticos) a atacar las
haciendas y revolver a los colonos; ante esa situación, el Ántero dice que
estaría de parte de los hacendados.
X. Yawar
Mayu
Añuco is going away, gives his marbles to Palacitos. Ernesto se retira para buscar a Ántero y a Salvinia y Alcira. Encuentra a
las dos chicas pero ve que un joven, que se identifica como hijo del comandante
de la Guardia, invita a Salvinia a caminar, tomándola del brazo. Tras ellos va
otro muchacho. De pronto aparece Ántero furioso, quien increpa a los dos
jóvenes. Les dice que la chica es su enamorada. Se produce una gresca. Ernesto
deja a Ántero con su lío y se dirige al barrio de Huanupata.
Later in a bar, people singing a song making fun of
guardias. When a guardia walks by, he gets mad and tells them to be quiet/take
the harpist prisoner.
Ernesto retorna entonces al colegio y
se topa con Peluca, a quien encuentra muy angustiado pues ya no encontraba a
la opa. La cocinera le cuenta a Ernesto que la opa se
había subido a la torre que dominaba la plaza. Ernesto va a buscarla, y
efectivamente, encuentra a la opa echada en lo alto de la
torre, mirando sonriente y feliz a la gente de abajo. Llevaba aún el rebozo de
doña Felipa. No queriendo turbar su breve rato de alegría, Ernesto la deja y
sigilosamente baja de la torre y retorna al colegio.
XI) Los Colonos
:os guardias que fueron en persecución
de doña Felipa no logran capturarla. Poco después los militares se retiran de
la ciudad y la Guardia Civil ocupa el cuartel. Ernesto no entiende a muchas
señoritas de la ciudad, quienes se habían deslumbrado con los oficiales y
lloraban su partida. Se decía que algunas habían sido deshonradas
«voluntariamente» por algunos oficiales. En el colegio, Gerardo, el hijo
del comandante se convierte en una especie de héroe. Supera a todos en diversas
disciplinas deportivas. Solo al Romero no logra ganarle en salto. El Ántero se
convierte en su amigo inseparable. Ernesto se enoja cuando ambos, Gerardo y
Ántero, empiezan a hablar de las chicas como si fueran trofeos de
conquista, jactándose que cada uno tenía ya dos enamoradas al mismo tiempo.
En cuanto a Salvinia, Ántero ya la había dejado, por coquetear, según él, con
Pablo, pero junto con Gerardo la tenían «cercada» y no dejaban que ningún chico
se le acercara. Mientras que ambos tenían a su disposición todas las mujeres
que quisieran, pues ellas se les entregaban. Ernesto se molesta y les dice que
ambos son unos perros iguales al Lleras y al Peluca. Se alteran y en el calor
de la discusión Ernesto insulta y patea a Gerardo; Ántero los contiene. Aparece
el Padre Augusto y ante él Ernesto trata de devolver a Ántero su zumbayllu,
pero Ántero no lo acepta pues se trataba de un regalo. El Padre les pide que
resuelvan entre ellos su problema. Desde entonces Ántero y Gerardo no volvieron
a hablar con Ernesto. Éste entierra el zumbayllu en el patio interior
del colegio, sintiendo profundamente el cambio de Ántero, a quien
compara con una bestia repugnante. Por su parte Pablo, el hermano de Gerardo,
se amista con el Valle, y junto con otros jóvenes forman el grupo de los más
elegantes y cultos del colegio. Otro día Ernesto se encuentra con el Peluca,
quien estaba preocupado porque la opa ya no aparecía. Decían
que estaba enferma, con fiebre alta. Los alumnos comentan el rumor de que la
peste de tifo causaba estragos en Ninabamba, la hacienda más pobre
cercana a Abancay, y que podía llegar a la ciudad. A la mañana siguiente
Ernesto se levanta con un presentimiento y va corriendo a la habitación de
la opa: la encuentra ya agonizante y llena de piojos. Muy cerca la
cocinera lloraba. El Padre Augusto ingresa de pronto y ordena severamente a
Ernesto que se retire. El cuerpo de la opa es cubierto con una
manta y sacado del colegio. A Ernesto lo encierran en una habitación, temiendo
que se hubiera contaminado con los piojos, transmisores del tifo. Le lavan
la cabeza con creso pero luego le revisan el cabello y no le encuentran ningún
piojo. El Padre le comunica que suspendería las clases por un mes y que le
dejaría volver donde su papá. Pero debía permanecer todavía un día
encerrado. Todos los alumnos se retiran, sin poder despedirse de
Ernesto, a excepción del Palacitos, quien se acerca a su habitación y
por debajo de la puerta le deja una nota de despedida y dos monedas de oro
«para su viaje o para su entierro». El portero Abraham y la cocinera también
presentan síntomas de la enfermedad. Abraham regresa para morir a su pueblo, y
la cocinera fallece en el hospital. El Padre al fin decide soltar a Ernesto, al
tener ya el permiso de su papá de enviarlo donde su tío Manuel Jesús, «el
Viejo». Ernesto le desagrada al principio la idea pero al saber que en las
haciendas del Viejo, situadas en la parte alta del Apurímac, laboraban cientos
de colonos indios, decide partir cuanto antes. Libre al fin y ya en la
calle, Ernesto decide ir primero a la hacienda Patibamba, la más
cercana a Abancay, para ver a los colonos. Al cruzar la ciudad, la encuentra
solitaria y con todos los negocios cerrados. Entra en una casa y encuentra a
una anciana enferma echada en el suelo, abandonada por su familia y esperando
la muerte. Ya en la salida de la ciudad se topa con una familia que huía con
todos sus enseres. Se entera que pronto la ciudad sería invadida por
miles de colonos (peones indios de las haciendas) contagiados de la peste, los
cuales venían a exigir que el Padre les oficiara una misa grande para que las
almas de los muertos no penaran. Ernesto llega al puente sobre el Pachachaca y
lo encuentra cerrado y vigilado por los guardias. Pero él sale de la ciudad por
los cañaverales y llega hasta las chozas de los colonos de Patibamba. Pero
ninguno de ellos lo quiere recibir. A escondidas observa a una chica de
doce años extrayendo nidos de piques o pulgas de las partes íntimas
de otra niña más pequeña, sin duda su hermanita. Conmovido por tal
escena, Ernesto se retira corriendo, y termina tropezándose con una tropa de
guardias encabezada por un sargento. Tras identificarse ante estos, el Sargento
le dice que Gerardo, el hijo del comandante, le había encargado protegerlo
mientras se hallara en la ciudad. Ernesto responde que Gerardo no era igual que
él, pero el Sargento no le entiende. Aprovecha la ocasión ofreciéndose para
llevar un mensaje del Sargento para el Padre, por el cual el oficial avisaba
que tenía la orden de sus superiores de dejar pasar a los colonos; que los
guardias se retirarían a medida que avanzaran estos y que a medianoche estarían
llegando los indios a la ciudad. Ernesto vuelve entonces al colegio, dando el
mensaje al Padre. Este le dice estar ya dispuesto a dar la misa y que ordenaría
dar tres campanadas a medianoche, para reunir a los indios. Solo en caso de que
no llegara el sacristán solicita a Ernesto que le ayude en la misa.
Pero aquel llega y Ernesto se queda entonces a dormir en el colegio; escucha
las campanadas y se da cuenta que la misa es corta. Al día siguiente se levanta
temprano y parte, esta vez ya definitivamente, de la ciudad. Se da tiempo de
dejar una nota de despedida en la puerta de la casa de Salvinia, junto con
un lirio. Cruza el puente del Pachachaca y contempla las aguas que
purifican al llevarse los cadáveres a la selva, el país de los muertos,
tal como debieron arrastrar el cuerpo del Lleras. Así concluye el relato.
No comments:
Post a Comment